Destornillador sexo posición

Destornillador Sexo Posición

La posición sexual con destornillador es una de esas posiciones sexuales estrafalarias que desafía a ambas partes a mezclar una posición sexual clásica. Con el destornillador en posición, prepárese para doblar y girar hasta que se logre la penetración final:

Él: A medida que tu mujer te abre los labios, mirando hacia atrás, acércate a ella por detrás y coloca tu pierna sobre la parte superior de su muslo. Usando tu pierna derecha para tener estabilidad debajo de ti, agárrate a sus manijas mientras tú le clavas suavemente el arado.

Ella: Ponte a cuatro patas como si estuvieras lista para el sexo al estilo perrito. Abre bien las piernas, arquea la espalda y levanta el coño para que tu hombre pueda entrar.

Por qué mola: Esta posición sexual de entrada trasera es una versión retorcida del estilo perrito, que proporciona a ambas partes el máximo control y placer. Con un poco de paciencia, maniobra en el lugar para una penetración total.

Posición de Sexo en la Balancín

Posición de Sexo en la Balancín

Quién dijo que los balancines eran sólo para niños? La posición de sexo en el balancín es una forma creativa de alcanzar el orgasmo puro mientras se mece de un lado a otro en una maravilla llena de placer. Aquí está cómo hacer que suceda:

Él: Con el sexo en balancín, depende de ti perforar tu pene profundamente en tu mujer mientras la presionas. A cuatro patas, coloque las manos a cada lado de la cabeza de ella con las piernas abiertas, pero tocando los pies. Introduce tu pene en su canal vaginal y empieza a empujar.

Ella: Prepárese para agacharse y moverse mientras se acuesta boca arriba con las piernas en el aire. Tu hombre presionará contra ellos, con fuerza, hasta que estés doblado en dos, perforándote a medida que te aferras a la parte de atrás de sus muslos.

Por qué mola: Esta posición sexual relativamente fácil es un gran arreglo para las mujeres que buscan sentir un nuevo tipo de placer. Con la posición de balancín, mecerse y cabalgar, como cuando eran niños, hasta que ambos llegaron a ese dulce punto G.