6 buenas posturas para una penetración profunda
Hay muchas posturas sexuales diferentes que pueden proporcionar una penetración profunda. He aquí algunas opciones:
1. Estilo perrito: Esta posición clásica implica que la pareja receptora esté sobre sus manos y rodillas, mientras que la pareja penetradora entra por detrás. Esto permite una penetración profunda y también proporciona una gran vista del cuerpo de la pareja receptora.
2. Vaquera o vaquera invertida: En estas posturas, la pareja receptora se sienta a horcajadas sobre la pareja penetradora, mirando hacia ella o alejándose de ella. Esto permite a la pareja receptora controlar la profundidad y la velocidad de la penetración, y también puede proporcionar un gran ángulo para una penetración profunda.
3. Cucharear: En esta postura, ambos miembros de la pareja se tumban de lado y el penetrador penetra por detrás. Esta posición puede proporcionar mucha intimidad y también puede permitir una penetración profunda.
4. La mariposa: En esta posición, la pareja receptora se tumba boca arriba con las piernas levantadas y abiertas, mientras que la pareja penetradora se arrodilla entre sus piernas. Esta posición permite una penetración muy profunda y también puede proporcionar mucha estimulación al clítoris de la pareja receptora.
5. De pie: En esta posición, la pareja receptora se coloca de pie frente a una pared u otra superficie resistente, mientras que la pareja penetradora penetra desde atrás. Esto permite una penetración profunda y también puede ser una posición muy íntima y apasionada.
6. El martillo pilón: Esta postura requiere cierta flexibilidad y puede no ser cómoda para todo el mundo, pero puede proporcionar una penetración muy profunda. En esta postura, la pareja receptora se tumba boca arriba con las piernas levantadas y los tobillos apoyados en los hombros de la pareja penetradora. A continuación, la pareja penetradora penetra desde arriba, con la parte superior del cuerpo apoyada en las manos o los codos.
Es importante recordar que lo que le sienta bien a una persona puede no sentarle bien a otra, por lo que siempre es una buena idea comunicarse con la pareja y probar distintas posturas para ver qué funciona mejor para ambos.